Trastorno Obsesivo Compulsivo de la personalidad. Toc

El trastorno obsesivo compulsivo ( también llamado TOC ) es un trastorno de la personalidad, cuyos síntomas son pensamientos obsesivos intrusivos y recurrentes, que se imponen en la conciencia y la persona tiene dificultad para abstraerse de ellos. Dentro de este trastorno, podemos encontrar  variantes con respecto a las obsesiones que pueden ser múltiples y tienen la característica de cambiar, es decir, desaparecer para en su lugar aparezca otra diferentes.  Podemos encontrarnos obsesiones que la propia persona tacha de ridículas hasta otras que perturban enormemente la conciencia. Desde comprobar la llave del agua varias veces, hasta lavarse las manos mas de cien veces al día.

Podemos encontrar que la persona tiene ideas recurrentes obsesivas y transmutar a rituales físicos y al contrario. Desarrollar un toc físico y cambiar después a uno de pensamientos e ideas obsesivas.

Hay tantos toc como personas que lo desarrollan. Existen algunos comunes como el toc de limpieza, el toc asesino, el toc homosexual, el toc del orden, así hasta lo inimaginable. Lo interesante es que consumen mucha energía al sujeto pudiéndole hacer en algunos casos incapaz para realizar otras actividades diarias.

El trastorno obsesivo va asociado originariamente a un despertar sexual precoz que todos los toquianos revelan durante la terapia psicoanalítica. Experiencias sexuales solitarias o compartidas, de manera activa o pasiva, producen un desarrollo sexual temprano donde el niño encuentra un primer placer al cual se queda fijado.

Suele ser normal que estas primeras experiencias sexuales se den entre hermanos, primos, amigos o vecinos comunes. A veces la experiencia sexual ha sido con personas mayores sin que haya habido violencia. Simplemente el niño participó de manera activa o pasiva y su sexualidad quedó fijada a esas primeras experiencias de placer.

Otro punto a tener en cuenta es la vinculación emocional a los padres. Unos padres excesivamente rígidos, moralistas o al contrario, amorales, también juegan un papel decisivo que puede condicionar el desarrollo de un trastorno obsesivo. Este tipo de padres, pueden llegar a producir una fuerte fijación y dependencia emocional en los hijos que condicionará enormemente el desarrollo del amor y del sexo con personas externas al círculo familiar.

 

El psicoanálisis contempla el toc, como un mecanismo de defensa frente a la aparición de los deseos sexuales que la persona tiene en su inconsciente infantil. Porque debemos dejar claro que el toc no deja de ser una respuesta moral a través de los síntomas frente a una personalidad sexualmente inmadura. Y cuanto mayor sea la intensidad de los deseos sexuales que quieren aparecer en la conciencia, la persona desarrollará síntomas que acaparen su conciencia para despistar la atención de los deseos sexuales reprimidos que quieren buscar una satisfacción.

 

 También existen los llamados “falsos toc”, que son personas con pensamientos incluso rituales de carácter obsesivo pero obtienen con su “falso toc” un beneficio secundario, bien económico, laboral o personal. Estos casos por lo general y tras mi experiencia, no llegan a concluir el tratamiento y lo abandona rápido, sobre todo cuando se muestra que más que un toc, es un uso del toc. Curarse equivaldría a tener que abandonar el beneficio que a la persona le proporciona su toc. Entonces huyen del tratamiento para mantener su “falso toc”.

 

No existen datos científicos de que el toc, sea  genético o se herede. Es una alteración y estancamiento en una fase temprana del desarrollo emocional y sexual del niño. Podemos decir que son personas que se quedaron a medias en su desarrollo emocional y sexual. Son niños grandes que sufren porque quieren satisfacer una sexualidad infantil que no tiene cabida en el mundo de la sexualidad adulta y esta no renuncia les lleva a padecer el toc. La mayoría de las personas no son conscientes de dichos deseos y sólo experimentan la culpa o el malestar que les ocasiona sus síntomas.

Observamos que todos los toquianos desarrollan una ambivalencia afectiva hacia los padres y los hermanos. Hay amor, pero también hay odio. La rivalidad suelen ser una constante en el toquiano. Los padres se convierten en figuras que despiertan la rivalidad y la ambivalencia afectiva. Celos, envidia, agresividad y deseos sexuales hacia las figuras familiares, componen el cóctel del cien por cien de las personas que padecen este trastorno.

El toquiano tiene parte de su desarrollo psico sexual y emocional anclado a recuerdos y comportamientos de la infancia lo que le hacen no madurar ni evolucionar. Se puede observar un comportamiento infantil en la conducta, actos, forma de hablar y relacionarse con el mundo lo que le dificulta las relaciones personales y sociales. 

La persona con toc, sufre mucho porque siente una enorme angustia ante la posibilidad de no poder hacer su ritual. Esta angustia se calma con la realización del ritual, que una vez satisfecho, se calma la angustia.

La terapia con medicamentos no resulta curativa. Reduce la ansiedad y los síntomas pero así mismo reduce enormemente el deseo sexual, lo cual muestra la importancia del factor sexual como elemento determinante en el trastorno obsesivo

La terapia psicoanalítica trabaja los deseos sexuales infantiles así como la inmadurez del toquiano. El tiempo de tratamiento es entre uno y dos años y a veces puede durar mas ya que la madurar una personalidad tanto tiempo inmadura conlleva un trabajo que suele ser lento pero efectivo y llega a curarse.

Cómo curar el toc homosexual. Es uno de los toc que con mas frecuencia se presentan en la clínica. La persona, mayormente se dan en los hombres, tienen pensamientos recurrentes donde aparecen imágenes masculinas, de contenido sexual, que lleva a la persona a cuestionarse su identidad sexual. El toc homosexual produce mucha angustia y origina un malestar clínicamente grande. La terapia psicoanalítica es una terapia de elección positiva para la solución de este toc.