CONCEPTO DE BISEXUALIDAD. (Capítulo del libro: La Sexualidad, la fuente de la vida)

Entendemos por bisexualidad la atracción amorosa y sexual que todo niño y niña experimenta hacia la figura de los padres. No se puede entender la manifestaciones afectivas y sexuales en el hombre y en la mujer si no analizamos este importante concepto.

Los niños tienden a identificarse con el padre y con la madre y en esa identificación se pone el juego la atracción hacia la otra figura parental. Por ejemplo, toda niña pasa por un periodo de identificación con la madre, esto significa que la niña, quiere ser como la madre, es decir, la idealiza, se compara con ella y también puede competir con ella porque la niña reconoce que el padre es objeto de deseo y de amor de la madre. Y en ese amor o competición hacia la figura materna, el padre adquiere un valor para la niña.

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El Origen de la Sexualidad

Antes de hablar de sexualidad, deberíamos hacer una distinción entre sexualidad y sexo. Hay una fuerte conexión entre ambas e iremos desarrollando los aspectos psicológicos o psíquicos que se derivan de la relación de nuestra psiquis con algo tan determinante como es la sexualidad y el sexo.

Para iniciarnos en el tema, definimos sexualidad como “la relación que tenemos con el otro, los otros”. Aquí incluimos todo el campo de acción emocional, afectiva y genital del individuo. Digamos que nuestras relaciones familiares, laborales, sociales y de pareja, conforman el campo o espectro de nuestra sexualidad. Por lo tanto sexualidad, sería la relación que cada sujeto tiene con los otros sexos: hombres y mujeres. Al día de hoy, se niega la gran importancia que la sexualidad tiene en la vida de las personas y no se incluye como concepto determinante en la vida pero aunque se niegue,  no se puede obviar que la importancia de lo sexual para la vida y para todas las actividades humanas es de un orden infinito. Por eso que debemos desde ahora ampliar el concepto de sexualidad como una ENERGIA que nos mueve a relacionarnos con el mundo y de cuyo manejo o de cómo nos maneje determina el curso de nuestro destino vital. Y también debemos necesariamente aceptar la ampliación del concepto de sexualidad debido a los numerosos comportamientos humanos y desordenes en la personalidad que provocan los instintos sexuales y la manifestación infantil o inmadura de los sentimientos y afectos que tienen un origen sexual.

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Respuestas emocionales a la crisis del coronavirus en un estudio de 197 personas analizadas en los últimos diez días

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En los últimos diez días, se ha desencadenado la crisis aguda del temor al contagio del coronavirus. He atendido cerca de doscientas personas entre pacientes, amigos y personas que me consultaron. Las respuestas emocionales no han sido tan variadas y hasta el día de hoy puedo resumirlas en miedo, temor, ansiedad, angustia ante la incertidumbre, fantasías catastrofistas de muerte y fin del mundo, ruina económica.
Vamos a analizar dichas reacciones emocionales con el instrumento de lectura del psicoanálisis.
El miedo es la respuesta emocional a un peligro. En este caso, el miedo es real, ya que según las noticias es un virus peligroso, que sin embargo afecta a personas que tienen el sistema inmune deprimido o ligeramente deprimido y con otras patologías asociadas. El hecho de conocer el factor externo del miedo, nos puede provocar angustia, que seria la respuesta emocional expectante ante el elemento externo peligroso. El hecho de que sintamos angustia, nos libra de padecer un síndrome o trastorno de la personalidad postraumático y así mismo, la angustia nos protege de padecer la reacción descontrolada y emocional, con pérdida del autocontrol que produciría el pánico.
Nuestro aparato psíquico, está regido por nuestros deseos inconscientes, los cuales, como ya explicó Freud, se sirven de los restos diurnos, de la realidad, de las fuentes, de la situación y excitaciones externas para poder manifestarse. En este caso, las fuentes externas causantes de la excitación de nuestro psiquismo y que puede producir miedo, ansiedad o angustia son propicias para la estimulación de la imaginación haciendo que cada persona tenga una respuesta emocional o afectiva parecida o distinta.

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